jueves, 6 de septiembre de 2012

El compa detenido en Granada ya está entre nosotr@s.

El escritor antifascista ruso, Pjotr S. que estuvo detenido en Madrid, ya está en la calle. Logró asilo político en Finlandia a principios de año. La embajada finlandesa en Madrid declaró que Pjotr podría estar detenido hasta 40 días. La policía española lo detuvo en Granada bajo una orden de la Interpol, interpuesta el 21 de agosto. Tras su traslado a Madrid, contrariamente a lo esperado, no fue puesto en libertad condicional al día siguiente, a pesar de que la embajada finlandesa le había proporcionado todos los papeles necesarios para garantizar su asilo y el derecho a estar en el país. El juez no aceptó recursos al respecto. La policía por su parte dice que Pjotr tan solo tenía un pasaporte ruso cuando fue detenido.



The Moscow Times entrevistó a Tanya Lokshina de The Human Rights Watch, quien declaró que el Estado español no tiene la obligación de considerar el asilo otorgado por Finlandia, pudiendo enviar al activista antifascista directamente de vuelta a Rusia. Ésto no parece ser cierto. El canal finlandés de noticias YLE ha entrevistado a Esko Repo, director de la oficina de inmigración, que ha explicado como todos los países de la Unión Europea tienen el compromiso de no enviar personas de vuelta a países donde puedan ser perseguidas por motivos políticos.

Según The Moscow Times, la creciente represión por parte del gobierno ruso contra protestas y disidentes puede llevar a muchos a verse obligados a huir del país. Este caso no es aislado; puede conectarse con muchas otras historias de personas que, habiendo huído del país, fueron perseguidas con la intención de enviarlas de vuelta a Rusia.

El compa obtuvo asilo en Finlandia en abril del presente año. El motivo fue la continua persecución política que estaba sufriendo en Rusia. La Federación Rusa quiere encarcelarlo por las manifestaciones en contra de la construcción de una autopista en la región de Khimki, a las afueras de Moscú. Entre otras acciones, el ayuntamiento de la ciudad de Khimki fue atacado con piedras y petardos en 2010.

La caza de Pjotr parece ser el último recurso del fiscal para intentar seguir criminalizando las protestas de Khimki. El año pasado el activista Aleksey Gaskarov, tras pasar varios meses detenido, fue puesto en libertad sin cargos mientras que Maxim Solopov, otro presunto implicado en las acciones, fue condenado a dos años de cárcel bajo el cargo de “hooliganismo”. El tercer sospechoso, Denis Solopov, ha recibido asilo
político en Holanda.

The Moscow Times ha publicado recientemente la dimisión del alcalde de Khimki, Vladimir Strelchenko, que abandonó su cargo debido a presiones del nuevo gobernador de Moscú. Stretchenko es sospechoso de haber organizado ataques, realizados por mercenarios y grupos neonazis, contra la acampada de manifestantes que resistía y bloqueaba la construcción de la autopista.

¡Pedimos solidaridad y apoyo para nuestr@s compañer@ antifascistas y anarquistas pres@s!

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