miércoles, 15 de febrero de 2012

Un activista contra los desahucios, acusado de pegar a 8 antidisturbios nazionales

(Cortado y pegado de la prensa burguesa).
"Primero me tocó con mi marido, que tuvo que correr delante de los grises en los setenta, ahora, en democracia, con mi hijo, que tiene que correr delante de la Policía". Impaciente, María Losa esperaba ayer ante la puerta de los Juzgados de Instrucción de Plaza de Castilla en Madrid. En el número 20, su hijo Chema Ruiz, una de las caras más visibles de la lucha contra el drama de los desahucios en Madrid, declaraba ante el juez. Según un atestado policial, propinó "puñetazos y patadas" a ocho agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP), los conocidos antidisturbios, durante el intento de paralización del desahucio de una familia de varios miembros, entre ellos una octogenaria y una niña de 15 meses.

Numerosos testigos aseguran que el protocolo de actuación que siguieron los miembros del 15-M y de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) en el intento de paralización de ese desalojo, que tuvo lugar el 10 de noviembre de 2011, fue "el de siempre": "aguantar pacíficamente agarrados de las manos".

Chema Ruiz ha participado como mediador en más de 20 desahucios.

En aquel momento la PAH, que ha conseguido paralizar de forma pacífica y a través de la mediación con las comisiones judiciales más de cien desahucios desde su creación, denunció en un comunicado la "desproporcionada violencia ejercida por los efectivos policiales". A la espera de que el fiscal informe sobre los posibles delitos que pudo haber cometido, Ruiz se permitió ironizar sobre el contenido del atestado.

"¿Pero cómo va un tirillas como yo a pegar puñetazos y patadas a ocho antidisturbios? Es de risa". Vestido con un traje de chaqueta, "para que no me confundan con un perroflauta", bromeó, saludó a las alrededor de 30 personas que acudieron a darle su apoyo. Le recibieron con abrazos y gritos de "¡Nos tocan a Chema, nos tocan a todas!".

"Indefensión". Los testigos afirman que la respuesta del acusado no fue violenta.

"Aunque el atestado se había incoado como faltas, se ha transformado en diligencias previas de un proceso penal. El delito que se le imputa no consta en autos", aseguró Rafael Mayoral, asesor de la PAH y abogado de Ruiz. "Es absurdo y desproporcionado que se abra un procedimiento penal por pedir una prórroga para una familia que no tenía alternativa ocupacional", continuó el letrado. En este sentido, Ruiz declaró sentirse en "estado de indefensión importante" al no saber qué delitos se le imputan. Asimismo, aseguró estar "tranquilo", porque en el informe forense presentado este martes ante el juez se niega que los agentes hubieran sufrido algún tipo de daño.

Las personas que acudieron a respaldar a Chema lo hicieron también para dejar claro que su lucha "va a continuar". "Es una forma de intimidar, pero, como tenemos las cosas claras, no nos damos por aludidos. Seguiremos pidiendo justicia frente a este fraude inmobiliario que ya se ha convertido en un problema social y político", explicó María Morán, integrante de la PAH.

El padre de Chema, Juan Ruiz, también acudió a las puertas de los juzgados. Estuvo presente en el desahucio en el que detuvieron a su hijo. Ya jubilado, mantiene vivo un activismo curtido al calor del movimiento obrero de los últimos años del franquismo.

"Después de ver las hostias que nos dieron en el pasado, ver cómo ahora perdemos todo es desolador. ¿Cómo es que no estamos todos en la calle?", se preguntaba Juan justo antes de fundirse en un fuerte abrazo con su hijo, del que dijo no poder evitar sentirse "muy orgulloso".

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