sábado, 14 de mayo de 2011

300 prisioneros en la cárcel de Valledupar se declaran en desobediencia

La Campaña Traspasa los Muros informó que este 9 de mayo de 2011 más de 300 prisioneros en el Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Alta y Mediana Seguridad de Valledupar (Cesar) se declararon en desobediencia civil. Los prisioneros de las Torres 2 y 4 de la cárcel de Valledupar —más conocida como La Tramacúa— han tomado esa decisión a causa de «la sistemática violación a los derechos humanos a las que son sometidos y la omisión de las autoridades colombianas en resolver sus peticiones». Los prisioneros se niegan a ser contados y denuncian que Miguel Gutiérrez Martínez ha sido objeto de agresión verbal y amenaza de aislamiento por parte del teniente Rodríguez.

Ayer, 8 de mayo, nueve internos de la torre 2 decidieron iniciar las acciones: «Decidimos subirnos y amarrarnos en lo alto de la estructura del penal. Lo hacemos para exigir nuestros derechos a la vida digna», manifestó uno de los detenidos. Hoy, 9 de mayo ya son ya 25 los internos que se encuentran amarrados a las estructuras, mientras el resto, unos 170 presos por razones y/o hechos políticos, no se dejan contar de la guardia, se rehúsan a portar el uniforme de la cárcel y exigen que se le proporcione alimento a sus compañeros que se encuentran amarrados de sus cuerpos y colgando como forma de protesta.

«Sólo pedimos que nos garanticen nuestros derechos. En varias oportunidades se nos han presentado emergencias sanitarias que han puesto nuestra integridad física, psicológica y la propia vida en riesgo», dicen los internos. «Queremos que el agua potable se nos suministre de forma suficiente y oportunos».
Según el Comité de Solidaridad con los Presos Políticos (CSPP), el INPEC por medio de la guardia ha utilizado mecanismos represivos en contra de los internos. La organización defensora de derechos humanos afirma que en la tarde de ayer, y aún hoy, la guardia suspendió el servicio de energía eléctrica de las celdas y los lugares comunes de la torre 2. Y hoy lunes 9 de mayo en la mañana se negaron a entregarles comida a las personas que se encuentran amarradas y colgando en el penal. Ello generó acciones de rechazo y exigencia por parte de los internos logrando con ello que se le proporcionara alimentos a sus compañeros de prisión.

Desabastecimiento de agua

También denuncian los internos que la problemática del agua en este penal no es reciente, «tiene años», sin embargo, desde hace un mes el desabastecimiento de agua potable se ha agudizado. Según la Campaña Traspasa los Muros, colectivo de apoyo a las personas presas por cuestiones políticas en Colombia, desde el viernes 29 de abril hasta el 2 de mayo de 2011 las autoridades carcelarias de La Tramacúa negaron el acceso al agua a los prisiones que tuvieron que soportar una temperatura de entre 35 a 40 grados sin poder bañarse o ingerir agua para calmar el excesivo calor, padeciendo a su vez el incremento de malos olores por la acumulación de orines y materia fecal en los baños.

Según este colectivo de apoyo a las personas presas por cuestiones políticas en Colombia, desde el viernes 29 de abril hasta el 2 de mayo de 2011 las autoridades carcelarias de La Tramacúa negaron el acceso al agua a los prisiones que tuvieron que soportar una temperatura de entre 35 a 40 grados sin poder bañarse o ingerir agua para calmar el excesivo calor, padeciendo a su vez el incremento de malos olores por la acumulación de orines y materia fecal en los baños.

Diferentes acciones recientes de los presos han intentado llamar la atención sobre las condiciones de la penitenciaría. El 6 de mayo de 2011, los prisioneros encerrados en La Tramacúa emitieron un llamado de auxilio solicitando la intervención del presidente Juan Manuel Santos y del ministro del Interior y de Justicia Germán Vargas Lleras. Su finalidad era que cesaran las torturas físicas que denuncian sufrir sistemáticamente de múltiples maneras. Denuncian que el suministro de agua es de cinco minutos cada 48 horas o se les niega el acceso a agua durante tres o cuatro días, tiempo en el cual los 166 presos de cada patio tienen que bañarse, lavar la ropa y asear el patio, los sanitarios, las celdas y calabozos con sólo 12 grifos por patio.

La situación de insalubridad aumenta ya que por permanecer los sanitarios de las celdas con materia fecal, los prisioneros se ven obligados a expulsar sus excrementos por las ventanas hacia los patios intensificando en los pabellones un ambiente de putrefacción que se agudiza con la temperatura que oscila entre los 35 y 40 grados sin ventilación. En la cárcel de Valledupar se encuentran privados de libertad cerca de 1.600 hombres repartidos en nueve torres cada una de ellas con cinco pisos, el primero destinado a patio y los cuatro superiores para celdas. Asimismo aseguran que «la propagación de moscas, zancudos y todo tipo de insectos contaminan los alimentos cuando son transportados al aire libre por largos pasillos a los diferentes patios sin las mínimas prácticas de higiene». Los prisioneros a través de la Campaña Traspasa los Muros denuncian que «esta crisis sanitaria y humanitaria ha generado enfermedades gastrointestinales, infectocontagiosas, respiratorias, fuertes dolores de estómago y de cabeza, vómito, diarrea y brotes en la piel, agravándose la situación de los prisioneros quienes tienen que padecer sus dolencias sin recibir la debida asistencia médica, toda vez que la empresa prestadora de salud CAPRECOM sólo asiste cada 15 días a una torre».

Los prisioneros afirman que la restricción de agua es «apenas una de las múltiples maneras como somos torturados los presos en Colombia». Añaden que «en medio del caos y la desesperación algunos presos se ven forzados al suicidio como ha ocurrido con otros que hoy requieren tratamientos psiquiátricos o también se incrementan las riñas entre presos que dejan heridos graves y hasta muertos como ya ha ocurrido porque ninguno se quiere quedar sin el vital líquido». La situación se vuelve más complicada para prisioneros «de la tercera edad, enfermos, invidentes y minusválidos que no pueden abrirse paso a empellones y golpes, quedándose casi siempre sin el preciado líquido, teniendo que comprarlo para el consumo a quienes hayan logrado con suerte recoger un poco».

Situación del prisionero político Hernán Rodríguez

La Campaña Traspasa los Muros alerta sobre la situación del prisionero político Hernán Rodríguez Díaz que el 2 de mayo de 2011 cosió su boca y se declaró en huelga de hambre exigiendo la garantía a su derecho al traslado por cercanía familiar a una reclusión en la ciudad de Bogotá a la vez que denunciaba violaciones a sus derechos como la vida en relación con la salud, la integridad personal y a la familia y normas mínimas de tratamiento a los reclusos que exigen el respeto a la comunicación con el exterior. La Campaña Traspasa los Muros informa que al día siguiente de iniciar esta acción, miembros de la guardia del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) —dependiente del Ministerio del Interior y de Justicia— torturaron físicamente a Hernán Rodríguez trasladándolo a un patio aislado donde fue expuesto al sol desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde. Ello le provocó una fuerte deshidratación sin que a la fecha haya recibido visita de verificación de su situación por parte de las autoridades encargadas de velar por el respeto de los derechos humanos a la vez que su situación y sus peticiones son ignoradas.

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